ENTRENAMIENTO FINAL

 INTENCIÓN PARADÓJICA

“Cuando una persona tiene ansiedad o está sufriendo un ataque de pánico, hay varias cosas que puede hacer. Por un lado, la persona puede intentar controlar la ansiedad recordando que ésta nunca es peligrosa. Para eso, puede utilizar cualquiera de las técnicas de enfrentamiento que ya te hemos enseñado (control de la respiración, técnicas distractoras, …).

En segundo lugar también podría simplemente pasar de la ansiedad, dejarla que venga y se vaya sin ofrecer ninguna resistencia, ya que a veces son justamente los intentos por eliminar la ansiedad, los que acaban produciendo mayor malestar y angustia a la persona. Esto suele suceder cuando intentas aplicar una técnica para controlar la ansiedad y ves que no te resulta fácil hacerlo (si la persona acude a las técnicas y éstas no resuelven su estado de malestar con rapidez, puede llegar a pensar que todo está perdido, que esta vez la ansiedad sí es lo suficientemente intensa como para provocarle la muerte, o que en esta ocasión su  malestar no deriva de la ansiedad, sino de un problema orgánico real). Si tú no supieras nada acerca de cómo controlar la ansiedad y te permitieras, cuando tienes un ataque, cruzarte de brazos y esperar simplemente a que el ataque pasase, verías como la ansiedad acababa marchándose.

Por último, hay una tercera vía de enfrentarse a la ansiedad. Se trata de que provoquemos alguna sensación corporal como las que tienes durante las crisis. Podemos hacerlo hiperventilando, saltando o subiendo escalera, como tú quieras, ya has visto algunas de las diferentes opciones. Cuando ya se hayan producido estas sensaciones, quiero que, en lugar de hacer lo de siempre, o sea intentar controlarlas, hagas algo paradójico, algo que te puede parecer contradictorio. Quiero que te centres en tus sensaciones y que hagas todo lo que puedas por que esas sensaciones se hagan más intensas, por exagerarlas, que el mareo sea mayor, que el corazón se acelere más, que tengas más asfixia, etc. (según tú mismo) y que también intentes producirte un desmayo, un infarto, la asfixia, que intentes volverte loco. Es importante que pongas todo tu empeño en esto, que lo intentes con todas tus fuerzas.”

Obviamente no te va a pasar nada, por más que te esfuerces en provocarte un infarto, un desmayo, o la locura.

La amenaza que percibes en tus crisis no es algo que tengas que esforzarte por evitar y que te obligue a estar continuamente alerta para que no se produzca. Más bien al contrario, por mucho que te esfuerces, la consecuencia temida no se produce, y las sensaciones tienden a disminuir cuando te esfuerzas en exagerarlas.

“La ansiedad es como un bola de nieve, que si la coges con la mano sin miedo se derrite rápidamente y ves que no es más que agua, pero que si huyes de ella porque la temes, acaba rodando por la pendiente y haciéndose cada vez más grande. Huir, por tanto, es la única forma no válida de enfrentarse a la ansiedad”.

 “nos pasamos la vida temiendo que algo malo ocurra, y después resulta que ni es tan fácil que suceda (como la locura), ni sería tan terrible en el caso de que ocurriera (como el desmayo).

 

 

 

 

*               *               *